Adagio: Último capítulo.
- Concierto:
El escenario estaba
iluminado, el público sentado en sus respectivos asientos y todo el
personal de la Ópera dispuestos a ayudar si era necesario. Los
músicos de la orquesta estaban afinando detrás de las cortinas,
mientras los solistas miraban sus partituras con concentración. En
cambio, Elena estaba sentada en una silla, con los pies puestos en el
borde de la mesa y echándose para delante y para atrás, tenía la
cabeza en otro lugar y no escuchaba el murmullo de la expectación,
tan sólo estaba ella y su mente, ella y su destino.
Los aplausos llenaron toda la
Ópera, silbidos resonaron por las paredes y los zapateos en las
gradas daban el inicio del concierto y el festival. Primero salieron
los músicos, luego los solitas y por último ella. Arrastraba su
vestido de satén negro, un recogido bastante simple y el rostro sin
pintar, todo lo contrario de Ashley; un vestido largo de palabra
honor color carmín, pintada como un payaso. Los hombres de negro,
totalmente austeros y semblante serio. La única que resaltaba en el
escenario era Ashley, pero ella se lo podía permitir. Era su último
concierto, junto al de su prometido Taisuke...
Abrió la partitura al tiempo
que miraba los músicos y solistas, sujetó la batuta con seguridad y
dio el primer compás; Matthew comenzó a tocar el piano, utilizando
los pedales para que resonara más cada nota, poco a poco se unieron
los violines de la orquesta, seguido de los cellos y luego toda la
orquesta. El público se quedó en silencio, expectantes esperando el
momento. Elena miró a Taisuke, no le dedicó una sonrisa y tampoco
ningún gesto, tan sólo le miró y comenzó a tocar el Oboe, una
melodía dulce, triste y totalmente suave, segundos después el Cello
solista se le unió, haciendo un canon de la misma melodía y por
último la soprano le dio letra a la melodía...
Para finalizar la orquesta
tocó un pitzicato (notas cortas y secas) mientras la solista decía
las últimas palabras y el oboe, cello y piano la acompañaba. Elena
dio los últimos acordes hasta crear el magnifico disminuendo y que
el piano se quedara totalmente solo, triste y melancólico. Cuando
las notas se quedaron revoloteando en el aire, nadie aplaudió no se
escuchó ni una mosca, hasta que ella suspiró suave y a continuación
un estallido de vitoreos, aplausos y zapateos. Los solistas lloraron,
el publico gimió y la orquesta sonreía satisfecha. Elena se giró
conteniendo las lágrimas y saludó, agradeció al primer violín y a
la viola, después a los solistas y por cada facción de la orquesta
le pidió que saludaran...Ella salió del escenario y aún se
escuchaban los gritos de alegría, se encerró en su camerino y
lloró. Nadie la escuchaba, nadie sabía de su lamento... pero ese
era el final.
Después del concierto todos
decidieron celebrar una cena de despedida, abrazarse darse opiniones
y felicitar a la única persona que había hecho eso posible, pero
ella rechazó la invitación. No deseaba que le alabaran por una obra
que le hacía sufrir, no querían que la felicitaran por celebrar el
último concierto de dos estrellas... no necesitaba saber que había
acabado todo, y que lo único que quería era huir de lo que más
amaba.
- Adoro los escenarios, los aplausos al finalizar cada obra...- susurró sentado a su lado- amo los primeros acordes de cada composición que toco...y ante todo amo lo que hago.- Elena le miró sin entender, en su rostro tan sólo estaba la misma pregunta de semanas anteriores- Porque aunque no esté en contacto directo con ella, seguirá estando en mi corazón.
Elena rompió a llorar con
amargura, sintiendo que los gemidos se le amontonaban en la garganta
y que los ojos le quemaban. Taisuke le abrazó, la acercó a su pecho
y la estrechó. Durante cinco minutos tan sólo dejó que ella
llorara, en cierto modo estaba llorando por el, porque por mucho que
no quisiera dejar el escenario era su deber. No estaba resignado a
ser feliz, pero sabía que para llegar a la mayor felicidad había
que renunciar a cosas que ya te hacían feliz...
- Sigue componiendo, sube a los escenarios y enamora al público con tu música. Toca para mi y por mi. - le acarició las mejillas empapadas y le besó en los labios.
Fue un beso tierno, largo y
cargado de sentimientos, anhelos y deseos. Taisuke se levantó, le
miró con tristeza y antes de coger su maleta y alejarse sonrió de
corazón. Era la primera vez que le veía sonreír, y a medida que el
se iba marchando juró que volvería a subirse a un escenario junto a
el...
Esa era su promesa.
FIN
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