Entradas

Mostrando entradas de agosto, 2015

First Sin: 4. Paralelo

4. Paralelo: La rutina en su vida pronto le ayudó a olvidar que James no vivía con ella. Tan sólo se permitía recordar aquellos momentos, cuando se acostaba en la cama y se envolvía en cómo se oía su risa o como se le erizaba la piel cuando le rozaba la pierna sin querer. Eran sólo unos pequeños minutos que se dedicaba a pensar en todo lo que había perdido, sin realmente quererlo, pero aún así sentía que lo había perdido, aunque en el fondo siempre había sabido que nunca lo fue. La relación que habían tenido era como un préstamo. Michelle le había echado de casa, para que él pudiera rectificar e intentar recomponer su relación. Y precisamente eso era lo que habían hecho. Tres meses después de que se marchara, ellos parecían una pareja recién casada. Riendo por las esquinas, dándose besos castos y haciendo cualquier comentario ñoño en las reuniones en grupo. Para su alivio, la mayoría de veces éstas eran solo de médicos y las enfermeras se podían liberar de asistir. Aunque después de

Pierrot: 9. Adiós

9. Adiós: Todos los hombres de la corte estaban esperando detrás de la puerta, mientras las criadas salían y entraban de la habitación. De vez en cuando se oía algún comentario de una de ellas, otras los alaridos de dolor de Hinata y de vez en cuando, alguna gemido por parte de las criadas. La Reina había comenzado a tener contracciones a media noche, todo el palacio se había visto obligado a levantarse por el Rey, que tocaba todas las habitaciones una tras otra, sin importarle molestar alguna visita sexual de sus trabajadores. Así en poco tiempo, más de la mitad del palacio estaba en el pasillo de la habitación real. Muchos de ellos aún llevaban sus ropas de dormir, incluso el mismo Rey había salido tan sólo con los pantalones blancos del pijama. Nadie hacía ningún comentario sobre aquello, puesto que el gobernante parecía bastante preocupado por su mujer y cualquier comentario ácido, podría costarle la cabeza, aunque realmente dudaran. Gaara no era sanguinario, aunque tenía mo

First Sin: 3. Su Problema

3. Su problema: Nunca le había gustado dormir acompañada, y cuando lo hacía terminaba siempre con dolor de espalda o en alguna parte del cuerpo. Se pasaba la noche tensa, intentando no moverse y sin lograr descansar del todo. Con el tiempo había terminado asumiendo que jamás se sentiría a gusto compartiendo lecho con alguien, y aunque en sus anteriores relaciones lo había hecho, seguía sin lograr la calma. Jamás tenía un sueño profundo, con babas y ronquidos. En cierto modo una de sus fantasías era encontrar aquella persona, no con la que compartieran cosas, si no con quien pudiera dormir. En su cabeza era como una prueba de fuego, si podía dormir con un hombre, ése debía ser el suyo. Con ese pensamiento había compartido cama con 3 personas y ninguno de ellos había logrado sacarle la baba de los labios. Precisamente después de haber pasado más de una semana compartiendo cama con él, abrir los ojos y sentir sus labios pastosos y todos los músculos relajados, se negaba a creer que é

Pierrot: 8. Sospechas

8. Sospechas: Desde la supuesta muerte de su primo, su vida se había convertido en un remolino de días, sin importancia y constancia de como pasaba el tiempo. Sabía por los demás o por el tiempo en que época del año se encontraban, pero aún así para ella no era importante. La vida seguía aunque él no estuviera, y precisamente por ese pensamiento terminó casada con Gaara, un hombre que constantemente era consciente del tiempo, y aún así con ese cambio, tampoco había sido muy considerada con ello… pero en ese preciso momento de su vida, tenía un recordatorio del que tiempo iba pasando, con lentitud y de forma tortuosa. -       Al parecer el embarazo está marchando bien, Mi señora.- habló el médico real, mientras le bajaba el camisón interior y la cubría con la sábanas.- La criatura está fuerte y su estado de salud no podría ser mejor.- dibujó una sonrisa tranquila. Ella rio para sus adentros. Sabía que Lee no le gustaba mucho asistir a los partos, pero era el único que Gaara le

Pierrot: 7. Mentiras

7. Mentiras: Acostada en la cama, con el estómago revuelto y la cabeza llena de dudas, dejó que la mano cálida de su marido le sujetara y le consolara. Sabía que él pensaba que su estado precario de salud se debía al embarazo y no a la culpa como bien sabía. Era consciente que en apenas en un par de horas su vida se había complicado hasta lo imposible. A decir verdad, su vida desde hacía mucho tiempo atrás no era simple. La presencia de aquel misterioso Pierrot, la visita de su primo muerto… y ahora el nacimiento de su hijo. No del bebé del rey, si no de uno de sus sirvientes. Se mordió el labio reprimiendo un sollozo. Gaara aún sujetándole la mano, se había quedado dormido. Su rostro era tranquilo, se dibujaba una fina sonrisa algo que no había logrado ver en muchos días. Dentro de pocos días los de Konoha llegarían y con ello muchos problemas. No solo para el reino, sino para su familia. Todavía Hinata no había decidido que hacer con el plan de su primo y mucho menos se lo había c

First Sin: 2. Convivencia

2. Convivencia: Estaba en el marco de la puerta de su habitación, observando concentrada como él observaba con cuidado cada pequeño rincón de su casa. Tenía los brazos cruzados en el pecho, intentando encontrar la manera de encajar todo lo que había pasado en menos de dos horas. Su vecino, un atractivo doctor había tenido una discusión conyugal, por lo que su esposa le sacó de la casa y él se quedó sin hogar, en ese preciso instante su parte más vulnerable le atrajo y terminó invitándolo a cenar y a que pasara la noche en su casa. El problema es que sólo había una habitación y el sofá tenía los muelles rotos. ¿Cómo le dices a un desconocido que duerma contigo? Se preguntó mientras miraba la cama, dónde su gato se aovillaba en su parte y la miraba aburrido. Tarde o temprano ella debía hacer lo mismo. Por muy sábado que fuera al día siguiente, tenía cosas que hacer. En ese momento no sabía cuáles eran, pero encontraría alguna forma de huir y dejar aquel hombre en su casa. Pensaba ape

Pierrot: 6. Amantes

6. Amantes: Los pasillos estaban en silencio, las antorchas apagadas y tan sólo se oía el susurro del viento y el olor a lluvia avisaba de que pasarían una noche dura. Los dos amantes se cogían de la mano mientras atravesaban éstos en silencio, oyendo cada ruido que pudiera delatarlos o incluso algún olor que pudiera distraerlos de su meta final. La habitación estaba oscura, cerrada y el polvo había llenado cada pequeño rincón de aquella estancia, las polillas y pequeños insectos habían anidado en las esquinas, haciendo que aquel lugar fuera aún más secreto de lo que era. La reina sabía que sus sirvientas la irían a buscar ahí, pero hacía tanto tiempo que no visitaba su habitación de llorar, que realmente dudaba que alguna de ellas se acordara de la existencia de ese sitio.