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Mostrando entradas de enero, 2016

La Enfermedad del "Amor": Capítulo 3

Capítulo 3: A los doce años no pude hacer nada. Simplemente aceptar mi sino y seguir adelante. A los quince, no… Estaba caminando distraída observando las caritas arrugadas de los bebés, mientras dejaba que mis pies me llevaran por toda la planta. Sabía que mi inconsciente me llevaría hasta donde estaba él, lo tenía tan claro que prácticamente era innecesario que enviara alguna orden a mi cerebro. Era tan fácil como respirar. Cuando me detuve, lo tenía a unos cuantos pasos; había crecido, tenía el cabello más gris de lo que recordaba, la piel un poco más morena y una incipiente barba que asomaba por su barbilla y mejillas. Contuve el aire cuando sus ojos verdes se posaron en mi. Por primera vez en años, me arrepentí de no haberme arreglado para ir al instituto. Llevaba unos vaqueros negros, con una camisa media manga de color naranja y el cabello desordenado. No era una belleza para nadie. Ni para mi gato. Quería ordenar el desorden de mi cabeza, pero tenía los brazos congelados

Traición: Final.

Capítulo 4: En algún momento su mundo se había detenido. Todo lo vivido junto a él pasaba delante de sus ojos como viejas fotografías, haciendo que lo vivido fuera aún más real, y precisamente por eso aún más doloroso. A pesar de que su tiempo de duelo había finalizado, simplemente no podía pasar página de su hermoso cuento de hadas. Era como si algo la estuviera manteniendo inmóvil en ese capítulo, como si algo realmente importante fuera a pasar. Una parte de su cerebro iluso, pensaba que él pensaría y volvería llorando a ella. Pero eso, estaba dentro del anexo de “imposible”. Aunque quisiera volver con él, la habían educado para ser una mujer fuerte, independiente del sexo masculino y como siempre había creído: en el amor no hay segundas oportunidades. Y en ese momento, sus palabras le pesaban mucho, y aún así, se quedaba pegada, como si algo fuera a ocurrir. Después de haber pasado todo, quizás debía haber pasado página después de todo. Porque a veces hay cosas que es mejor no

Perche ti amo: Capítulo 9

Capitulo 9: La mano de él cerrándose sobre la suya, el ruido de sus pasos y el frío del aire, nada de eso fue capaz de hacerla despertar. Sentía que todo pasaba a una lentitud sobrehumana, podía ver como el rostro de la gente se contraría de disgusto cuando ellos pasaban a su lado corriendo. Nada parecía detener su marcha y ella no soltaba su mano. Sentía como tiraba de ella, sentía como su cuerpo le decía que le siguiera y como su cabeza gritaba que debía detenerse. Pero cuando quiso darse cuenta, ya era demasiado tarde. Demasiado tarde para arrepentirse, demasiado tarde para negar lo que iba a ocurrir. La sábana de seda le acariciaba la piel desnuda, mientras las manos de él iban acariciando cara rincón de su cuerpo que no ardía. No sabía donde estaba, no sabía donde habían quedado sus cosas y tampoco cómo habían llegado ahí. Nada importaba. Jadeó cuando sintió como los labios de Itachi repartían pequeños besos en su ingle, como sus manos jugueteaban con sus pechos y su

La enfermedad del "amor": Capítulo 2

Capítulo 2: A diferencia de lo que cree la gente, una persona no suele darse cuenta cuando se enamora. Y si nunca has sentido un sentimiento así, jamás sabes exactamente si lo estás o no. Puedes haber oído historia, experiencias e incluso haber leído un manual. Pero nunca, puedes tener plena convicción de ello hasta que lo sientes. O por lo menos, eso quería creer yo. Acostada en la cama del hospital, sola con mis pensamientos y rodeada de máquinas que contaban los latidos de mi corazón y una aguja que atravesaba mi fino brazo, llegué a pensar que todo lo que me estaba ocurriendo era simplemente amor. Jack, era el causante de todas mis dolencias y aunque para mi era claro, parecía que para los licenciados y los adultos, era todo un galimatías. Siempre había sido una buena alumna, sacaba notas excelentes y desde bien pequeña había decidido cual sería mi profesión: quería ser enfermera. Era una realidad, y precisamente por eso, las clases de naturales y los programas médicos me volv

Traición: Capítulo 4

Capítulo 4: En algún momento su mundo se había detenido. Todo lo vivido junto a él pasaba delante de sus ojos como viejas fotografías, haciendo que lo vivido fuera aún más real, y precisamente por eso aún más doloroso. A pesar de que su tiempo de duelo había finalizado, simplemente no podía pasar página de su hermoso cuento de hadas. Era como si algo la estuviera manteniendo inmóvil en ese capítulo, como si algo realmente importante fuera a pasar. Una parte de su cerebro iluso, pensaba que él pensaría y volvería llorando a ella. Pero eso, estaba dentro del anexo de “imposible”. Aunque quisiera volver con él, la habían educado para ser una mujer fuerte, independiente del sexo masculino y como siempre había creído: en el amor no hay segundas oportunidades. Y en ese momento, sus palabras le pesaban mucho, y aún así, se quedaba pegada, como si algo fuera a ocurrir. Después de haber pasado todo, quizás debía haber pasado página después de todo. Porque a veces hay cosas que es mejor no

Perche ti amo: Capítulo 8

Capítulo 8: Sentía como sus manos heladas se movían con lentitud por su abdomen, poco a poco fue llegando hasta el inicio de sus pantalones. Cuando sintió sus dedos sobre su bajo vientre contuvo la respiración. No pudo moverse, pues se sentía totalmente envuelta por la presencia erótica de él. Parecía que todos sus instintos le estuvieran gritando que se arrancara el resto de ropa y se dejara poseer. En ese momento, las alarmas de su cerebro no podían moverse. Al parecer habían sucumbido al igual que ella al encanto y su seductor aroma. Estaba apunto de perder el resto de cordura, cuando notó como se detenía y dejaba de acariciarle todo el cuerpo. Fue una pausa larga, incómoda que pronto terminó con un intenso y abrasador beso. Los dos se quedaron muy cerca, sintiendo la respiración acelerada del otro y esperando que alguno rompiera la corta distancia y terminaran con lo que habían comenzado. Pero algo en la postura indecisa de Itachi le hizo comprender, que si no era ella qu

La Enfermedad del "Amor"

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Original. En proceso. Si quieres ponerla en alguna página ¡adelante! Tan sólo no te olvides de dar créditos.                       La Enfermedad del “Amor” Recuerdo: Había nacido dentro de una familia progresista. Dónde mis progenitores trabajaban y tenían sus propios ingresos, independientes económicamente y lo único que les unía era su amor. A parte de eso, siempre decían que sufrir por una persona era para débiles. Que si una mujer lloraba por un hombre o se enfermaba por otro, era una persona sin autoestima. Así que con ese pensamiento de que una mujer correcta, debía ser independiente emocionalmente, crecí. El amor y yo no nos llevábamos bien. Más bien de él reuhía. No sentía que fuera una persona con tanto carácter como mis padres quería que lo fuera, por lo que para evitar disgustos me alejaba del amor. Hasta que lo conocí...

Traición: Capítulo 3

Capítulo 3: Len nunca había sido un hombre serio. Ni cuando era un niño pequeño. Jamás se le veía con rostro amargado o gritar, incluso cuando algo le molestaba, solía poner una extraña mueca que con el tiempo ella logró reconocer. Por eso, tenerlo sentado con esa expresión le alertó de que algo no iba bien. Dejó su bolso en la mesa, junto a la chaqueta y se sentó a su lado. En otro momento, le hubiera cogido la mano, pero aquello no presagiaba nada bueno, y las muestras de cariño no lo harían más llevadero. Así que sentada a su lado, con las manos cogidas sobre su regazo espero a que él hablara. Porque después de todo él era quien tenía el problema. - Tengo que irme a la península por unos días.- informó aún con seriedad. Ella esperó.- Estaré fuera de casa unos cinco días. - Ella siguió esperando.- Y en ese tiempo, me gustaría pensar en algunas cosas. “ Algunas cosas ” repitió en su cerebro. Las mujeres se hacen las tontas, para a veces facilitar las cosas, pero esas palab

Perche ti amo: Capítulo 7

Capítulo 7: Todo los músculos del cuerpo se le habían helado al ver aquella imagen. Todas las alarmas de su cuerpo comenzaron a resonar por su cabeza, haciéndola sabedora que debía moverse y alejarse de la escena del crimen. Sí, porque después de todo estaba espiando a su mejor amiga. Eso, en una relación permanente de amistad era motivo de divorcio. Por lo que empleando toda la fuerza movió las piernas hasta alejarse de la puerta. A unos metros comprobó donde podía huir para evaluar lo que acababa de ver. No quería sacar conclusiones precipitadas, porque después de todo Sakura era su mejor amiga e Itachi, todavía no había logrado encontrar un nombre para su relación, pero en ese momento supo que no haría falta. Su mejor amiga y el hombre que amaba estaban juntos, no había otra opción. Una voz ingenua susurraba en su oído que quizás eran hermanos, pero aquel simple pensamiento le hizo estallar en una risa histérica. Logró acurrucarse en una esquina de un salón, dónde había cuatro

Traición: Capítulo 2

Capítulo 2: La felicidad es algo extraña, viene cuando menos te lo esperas y se va cuando más la necesitas, pero claro ese pensamiento jamás estuvo en su cabeza durante los meses siguientes a su cumpleaños. Vivía en una especie de burbuja de felicidad, ajena a las desgracias que ocurrían a su alrededor y obviando según que comentarios e incluso intentando rechazar las señales que las personas más cercanas a ella le decían. Parecía que su cerebro racional había mutado para convertirse en una especie de masa con tan sólo una función: amar. En su cabeza no cabía más que la felicidad que sentía, lo bien que estaba y lo mucho que quería compartirlo con todos, y precisamente, quizás, ese fue su error. Quizás no debió dejar que la felicidad le nublara el juicio y en obviar las alarmas de sus instintos, pero cuando se quiso dar cuenta ya era demasiado tarde. Los días pasaban como horas y los meses como días, cuando se quiso dar cuenta se estaba graduando junto a las dos personas que m

Peche ti amo: Capítulo 6

Capítulo 6: La nota era una despedida. En ella le contestaba todas las preguntas que le había hecho durante tanto tiempo, pero al mismo tiempo le estaba diciendo “adiós”. Eran unas palabras crueles, desgarradoras pero sobre todo honestas. Una parte de ella tan sólo quería llorar, gritar y que todo su cuerpo poco a poco se entumeciera hasta no poder moverse más, hasta que no pudiera luchar más, la otra parte quería descubrir el por qué de esa dura nota. Necesitaba saber si realmente era un adiós o era una forma de pedir que luchara por él, pero lo que más le costaba entender era ¿por qué debía luchar?¿Qué era lo que les separaba y por qué? Aún helada delante de la puerta de la cocina decidió que debía moverse, no podía quedarse quieta en un lugar que claramente no la querían. Ni siquiera buscó si aún tenía la llave del apartamento, tampoco se terminó de vestir, tan sólo salió tal cual había estado durante todo el rato. Abrió la puerta con la nota aún en la mano y salió al rellano