Menos que palabras: Capítulo 8- Torbellino.
8- Torbellino: El sol hacía rato que estaba en lo alto del cielo, sus rayos habían iluminado totalmente la habitación del hotel y más de una vez un golpe de nudillos les habían alertado que la hora de levantarse había llegado. Pero aún así, seguían acostados en la cama, observándo las facciones del otro, acariciando sus labios y besando cada parte que el roce del dedo dejaba. Ninguno tenía prisa, pero sabían que debían comenzar a moverse, aunque ello significara alejarse y no saber cuando verse otra vez.