Perversión: Capítulo 2

Original 
En Proceso. 
Si quieres ponerla en alguna página
¡Adelante! Pero por favor, da créditos.
Éste será un proyecto conjunto entre Kath y yo, esperamos que lo disfrutéis tanto como nosotras al escribirlo. 

AVISO: CONTIENE LENGUAJE SEXUAL EXPLÍCITO




Perversión

Capítulo 2: 


No. Definitivamente,no podía rechazarlo. Su aroma,su porte,sus ojos grises brillando en la oscuridad de la noche,todo la llamaba. Desde el momento en el que se cruzó en su camino,su corazón había acabado en manos de ese demonio. Su sonrisa curvada,era una incitación a lo prohibido. Le dio la mano,sabiendo que iba a llevarla al infierno. Hacia la perversión más absoluta. Como cada vez que caía en sus manos. 

La llevó a aquella habitación fría,oscura,tan solo las velas daban algo de luz. El abrigo cayó al suelo y él la miró. Su mirada se había transformado en la de un depredador. Todo lo que él no podía hacer con su mujer. Sabía que estaba mal estar ahí,pero evitarlo... Era imposible. Se quitó el anillo,como hacía siempre que estaba con ella. Su ropa desapareció tan rápido que tuvo que parpadear para mirarlo de nuevo y contemplar el cuerpo de un dios. Eso era,un dios frente a ella,pidiéndole,no,más bien,exigiéndole que se lo diese todo. Y eso era lo que estaba dispuesta a darle,todo. Si ya le había entregado su corazón,le había quitado la poca vergüenza que le quedaba y le había manipulado el alma hasta tal punto de no controlarse,¿porqué no hacerlo? ¿Porqué no darle lo poco que le quedase? A fin de cuentas,ya estaba perdida y... Esa iba a ser la última vez. Ya se encargaría después de recoger los pedazos y reconstruirlos. 

Sus manos pasearon juguetonas por su pelo,su nariz pegada a su cuello la inhalaba como si de una droga se tratase. Un escalofrío le recorrió el cuerpo,mientras él,la torturaba con sus caricias. Respiraba agitadamente,nunca sabía que iba a pasar. En esa habitación,todo era posible. Las fustas colgadas en la pared,las sábanas de seda de color vino,la suave música... Todo la estaba volviendo loca. La colocó en la cama como si fuese una pluma,delicadamente,pero su mirada era una amenaza al placer. Le ató las muñecas a los postes de la cama,la suave tela acariciaba sus muñecas y su excitación aumentó. El cuerpo de él comenzaba a tensarse,su erección era un hecho. Podía sentirlo sobre ella,mordisqueándole los pezones,torturándola con su lengua,mientras una mano bajaba lentamente hasta su clítoris y comenzaba a ser una tortura. Lo buscaba meneando sus caderas,presionándolas hacia su mano,que vilmente subía y bajaba sin tocarla donde quería... 

Por fin llegó,ese calor que nacía en su bajo vientre y quería acabar estallando por todo su cuerpo. Sin embargo,cuando él notó su creciente orgasmo,paró. Dejándola con una frustración que la hizo gritar,suplicar por más,porque la dejara terminar y le diese lo que ella había ido a buscar. La hizo callar con un beso,exploró su boca,le mordió el labio suavemente y tiró de él. Estaba a punto de perder la conciencia por ese exquisito placer...

Después de juguetear un poco con ella,comenzó a sentir unos pequeños golpes,lo había hecho,había cogido la fusta y le estaba dando en el clítoris. Eran golpes suaves,terriblemente suaves,pero toda su sangre estaba ahí. Cualquier roce la hacía retorcerse,quería más. Los golpes se hicieron más fuertes,hasta que de pronto lo notó dentro de ella. Su vagina estaba húmeda,y con solo introducirse en ella,pensó que no podría aguantar. Su orgasmo estaba ahí,pero él sabía como hacerlo,sabía como dejarla a punto y hacerla suplicar. Hasta que por fin la dejó llegar. Con un pequeño susurro dándole permiso,explotó en mil pedazos. Estaba exhausta. En un limbo de placer donde su cuerpo bailaba sensualmente y ardía hasta quemarle la última célula. Sin embargo,cuando se quitó de encima de ella,notó algo extraño,algo que no había sentido en todo el tiempo que había estado con él. Sintió la lejanía. Finalmente,él lo había hecho. Ya no estaba con ella,se había ido y sabía que no iba a volver...Esa era la última vez que iba a verle. 


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