Will I Forget You?

                                                                                            Will I fortget?


Declaimer: Los actores/idols/modelos que aparecen aquí no tienen ninguna relación (que yo sepa) entre ellos, y esta historia es totalmente ficticia. No es nada real. 
Personajes:  Yua Shinkawa ( Modelo de la Seveteen)/ Kei Inoo (Hey!Say!Jump grupo JPop)/Yuto Nakayima (Hey!Say!Jump grupo JPop)
UA: Universo Alternativo.
One-Shot/Historia Corta
El argumento si que me pertenece, si alguien está interesado en colgarlo en algún lugar que me lo informé y que de créditos. 



Alguien una vez le comentó que decir “Adiós” es una de las cosas más dolorosas que hay. Que no importa cuanto te prepares, cuantas veces lo hayas dicho o las veces que lo hayas oído, cuando lo tienes que volver a decir es un momento amargo y triste. Esa persona le dijo, que era como sorber un limón; el sabor se va al poco tiempo, pero la sensación ácida y amarga se queda en tu boca.
La imagen del limón se había quedado grabada en su memoria, pero por mucho que dijera adiós nunca antes había experimentado esa sensación ácida y amarga. Nunca, hasta que lo conoció a él...

Hacía frío esa mañana, tanto que el aire podía cortar la piel con un suave soplo. Y ahí estaba ella, de pie, delante de la estación, esperando impacientemente a que él llegara. Era consciente que estando ahí podía lastimarse con el viento, o coger un resfriado, pero tenía que estar ahí y esperar, aún sabiendo que había una alta posibilidades que él no llegaría.
Sonrió con tristeza y miró a su reloj; ya tenía una media hora de retraso, suspiró y decidió dejar de esperar. Se calentó las manos con su aliento y comenzó a caminar entrando a la estación, aunque sus pasos eran minúsculos y sumamente lentos, tenía la tonta esperanza de que él apareciera corriendo entre la vacía plaza y le pidiera perdón por el retraso. Tan sólo era una tonta esperanza, porque sabía que el ya no vendría. Intentó no llorar, no podía permitírselo. Desde el momento que se enamoró de él supo que sería difícil, por lo que las lágrimas no podían justificarse. Así lo había decidido, pero... ¿cómo no llorar cuando no podías ver a la persona que amabas cuando estaba tan cerca de ti? Se apartó las lágrimas de los ojos y dio vuelta a sus pasos, comenzó a correr entre las calles vacías hasta llegar al estudio de grabación donde estaría el. En la entrada había un guardia, más abrigado que ella y con el ceño profundamente molesto. Al verle éste tan sólo hizo una leve reverencia y le abrió la puerta como solía hacer. A ella no le pedían identificación, aunque lo tendrían que hacer. Caminó por las salas del edificio en silencio, subió al ascensor y marcó la octava planta; al abrirse las puertas del ascensor lo primero que vio fue el rostro de él. Sintió un frío en el estómago y comenzó a dibujar una sonrisa en su rostro, pero segundos después comprendió que no era su novio quien estaba ahí, tan sólo era un póster de su primer dorama como protagonista masculino. Intento alegrarse por el, pero la felicidad no aparecía. Salió del cubículo frío para adentrarse a la sala, a pesar de que estaba abarrotada de gente nadie se fijo en ella, y logró llegar hasta la sala de grabación, donde con una luz roja en la puerta anunciaba que aún estaban grabando...

  • ¿Shinkawa-san?- preguntó una voz no muy lejos de donde ella estaba. Giró sobre si misma para encontrarse con el rostro de Nakayima Yuto, uno de los compañeros de su novio.- ¿Qué hace aquí?- hizo una leve reverencia con la cabeza en forma de saludo, a la que ella respondió con una sonrisa.
  • Llámame Yua ¿si?- sonrió- a éstas alturas que me llames por mi apellido me hace sentir un poco... ¿extraña?

El joven se disculpó algo avergonzado y volvió a formular la pregunta con su nombre. Esta le explico que había quedado con su novio, pero que no se había presentado. La expresión de Yuto fue de tristeza hasta la pena, pero no comentó nada. ¿Qué podía decir el para consolarla? Su novia, estaría igual que ella seguramente. Suspiró y la dejó sola, observando cono miraba el pequeño cristal que daba a la sala de grabaciones.
Inoo Kei, uno de los componentes del grupo Hey!Say!Jump era su novio desde hacía más de un año, pero nadie más que los miembros del grupo y su jefe lo conocían. No podían dejar que las fan se enteraran de esa relación. Era un secreto que ambos mantenían muy bien guardado, por lo menos hasta que ese momento. Sonrió triste, al comprender que su tiempo juntos se estaba agotado. Ella era consciente que por mucho que fuera una actriz, no podía nivelarse a la posición de Inoo; el había comenzado a brillar y la compañía por fin le dejo mostrar su talento, talento que ella conocía desde el primer instante que lo vio...

La sala de ensayo estaba repleta, a pesar del piano que se encontraba colocado en le centro, la mayoría eran Idols y modelos, que ensayaban para la presentación de un nuevo programa que se iba a emitir, pero a pesar de que se oía el murmullo de las voces, nadie además de ella notó la dulce melodía del piano y una voz un tanto especial. Hipnotizada por la música se acercó hasta el piano y ahí estaba él; Inoo Kei, tocando el piano y cantando para el solo. ¿Cómo podía ser eso así?¿Cómo no se habían dado cuenta de su talento? Un tanto indignada por el absoluto desinterés de sus compañeros mandó a callar a la sala y tan sólo se escuchó el piano y la voz de Inoo.
Quizás en ese mismo momento, ella cavó la tumba de su relación, cuando aún ni había empezado, pero aún así, no pudo evitar enamorarse de él.

  • ¡Enhorabuena Inoo-kun!- celebró cuando este apareció en la sala un mes después de que el programa se hubiera emitido.
  • ¿Qué?¿Por qué?- preguntó un tanto sorprendido.
  • He escuchado que te darán unas líneas en el siguiente single...-sonrió ampliamente al contarle la noticia.

El rostro de Inoo se ilumino y luego le dedicó una tierna y sincera sonrisa. Sin dejar de escuchar las continuas alabanzas de Yua caminó y dejó el bolso con la ropa de entreno en el suelo, luego dejo que ella se acercara para seguir hablando y en un momento le abrazó, cortando totalmente las palabras que ella iba a decir.

  • Gracias, Yua-chan.

No hacía falta que diera explicaciones, ella ya lo sabía. Escondió la cabeza en el pecho de el y sonrió mientras entrelazaba sus brazos en su espalda. Quizás tan solo fueron unas palabras de agradecimiento, pero a partir de ese momento sus días comenzaron a unirse y compartían más que entrenos y palabras.


La luz roja de la puerta se apagó, se escucharon unos cuantos aplausos y por último la puerta se abrió. Yua se escondió detrás de ésta y esperó en silencio a que la voz de Inoo se escuchara salir. Pacientemente espero hasta que él estaba solo en la puerta, bebiendo agua y secándose el sudor.

  • ¡Enhorabuena Inoo-kun!- repitió las palabras que tiempo atrás había dicho y habían comenzado su relación.
  • ¿Yua?¿Que haces aquí?- preguntó sorprendido mientras la abrazaba y ocultaba entre sus brazos mientras miraba a los alrededores.
  • Tranquilo...-dijo mientras reía y apartaba los brazos de el- estoy sola, nadie me ha visto llegar...bueno, el portero ¿cuenta?- sonrió con una fingida inocencia.
  • ¡Claro que cuenta!¿Qué hubiera pasado si te encuentra alguien?- le regaño mientras temblaba su voz.

Se alejó enojada de él y comenzó a caminar hacia la salida. Inoo se quedó aturdido observando como ésta se marchaba sin decirle nada, sin perder el tiempo la siguió y antes que saliera a la sala llena de gente le sujetó de la mano y se disculpo. A pesar de que seguía enojada, no pudo ocultar una sonrisa y una sensación de felicidad.

  • ¿Por que te quiero tanto?- preguntó mientras le acariciaba el rostro.
  • ¿Me he vuelto a olvidar?- contesto a modo de pregunta. Yua le dedico una sonrisa triste.- ¡Lo siento! Pero este drama...-ella calló sus palabras con un beso.
  • ¿Nos vamos?

Entrelazaron sus manos y escaparon del edificio juntos por la escalera de incendios, se metieron en pequeñas callejuelas sin gente y entraron a una tienda de ropa. Inoo compró unas gafas, otra ropa diferente a la suya y un sombrero, de mientras Yua tan sólo miraba. Ella ya había salido de su casa disfrazada. Sonrió cuando su novio salió con otra apariencia, ella se burló un poco de él alegando que ese no era del hombre que se había enamorado, y a lo que el, como modo de respuesta le sacó la lengua. Entre bromas y rizas pasaron el resto de la tarde juntos. Cuando el reloj marcaba las once, Inoo la acompañó hasta la puerta de su apartamento...

  • Lo siento..-dijo mientras miraba sus manos unidas- ...la próxima vez intentaré no olvidarme.
  • Y seguro que lo intentarás, pero lo terminarás haciendo...¡Esta bien! ¡La próxima vez quiero ir al cine!¿Vale?- sonrió.
  • Te lo prometo.

Yua sonrió al sentir la mano grande y cálida de el sobre su mejilla, luego como poco a poco el se iba acercando y se daban un dulce beso. A duras penas se separaron y él espero hasta que ella entrara a su casa. A pesar de que entró, no se apartó de la puerta, quería quedarse un poco más junto con Inoo, aunque fuera a una distancia absurda...


El tiempo iba pasando, pero el frío no se marchaba; los árboles seguían desnudos a la interpérie de la brisa gélida, los pájaros no salían de sus nidos y la temporada de invierno seguía manteniendose en el ambiente. Una vez más, Yua se encontraba delante de la estación, ésta vez más tapada que las otras veces, y con la seguridad de que ese día Inoo se acordaría y el trabajo no le impediría llegar a ella. Ese día era especial, ese día era su aniversario... cumplían dos años estando juntos, ocultando su amor y disfrutando del tiempo que pasaban juntos. Un amargo pensamiento se le cruzó en la mente, al recordar que el día de su aniversario también era el de él, ese día él también había triunfado como Idol, había conseguido subir un peldaño más en la fama. Y en ese mismo instante, estaría grabando el último capítulo del dorama. En cierto modo se sentía feliz y triste al mismo tiempo; feliz porque podría pasar más tiempo con él, y triste porque quizás volvería a estar bajo las sombras de sus compañeros...
Envuelta en sus pensamientos no se dio cuenta que un grupo de personas comenzaban a revolotear a su alrededor. Un gemido la despertó y se vio rodeada de hombres con cámaras, apuntándola y unos metros más adelante estaba Inoo, siendo perseguido por unas cuantas fans...
Ella supo que éste le había visto, y al igual que él sabía que ella le había visto a el, por lo que en un acuerdo silenciosos comenzaron a correr en direcciones contrarias. Al hacerlo un amargo presentimiento le cubrió el cuerpo...
El día de su aniversario no lograron pasarlo juntos, y tampoco los siguientes. A ella le habían contratado como modelo de una nueva linea de ropa, por lo que se tenía que pasar el resto del mes trabajando, y cuando terminaba de trabajar Inoo estaba ensayando con el grupo. Por lo que, el único momento que pasaban juntos era por la noche, y a través del teléfono. A pesar de que seguía sintiéndose cerca de Inoo, y era plenamente consciente que éste le amaba, había algo dentro de ella que le inquietaba... ese presentimiento que tuvo el día de su aniversario, volvía a acosarla, ésta vez mucho más fuerte y mas cercano.


No muy lejos del edificio donde ella trabajaba, había una pequeña cafetería, no era muy conocida y tampoco tenía unos precios tan desorbitados y tan bajos que hiciera que entrara gente. Se mantenía por la clientela fija, y Yua era una de ellas.
Estaba sentada, bebiendo un café mientras esperaba a que Inoo llegara. Conscientemente había retrasado unos cuantos minutos su reloj, para no mortificarse si él no llegaba a la hora planeada. Pero a pesar de su esfuerzo, la cafetería tenía un enorme reloj colgado en la pared, por lo que cuando el minutero pasaba Yua seguía como si la aguja la arrastrara a ella también...
La puerta se abrió, y ahí estaba él; tenía las mejillas sonrosadas, vestía con unos vaqueros verde oscuro, una camisa gruesa de color negro con un abrigo negro. Yua sonrió y se alegró que ese día Inoo decidiera elegir un disfraz que se parecía más a él. Ella no pudo disfrazarse mucho, tan sólo le pidió a una de sus estilistas que le cambiara la ropa y se puso unas gafas negras de pasta y salió corriendo. No tenía más que una hora para verse con él...

  • Estas muy guapa..-sonrió este y le beso en los labios. Ese beso fue entre tierno y distante. El frío en el estómago que había tenido durante toda la semana le sacudió entera.
  • Gracias...-tartamudeo y sonrió intentando ocultar su malestar.

A pesar de que tenía muchas cosas que contarle, no podía apartar de su mente el presentimiento que la había estado acosando durante esos largos meses. Intentó entrar en un tema interesante, sobre las ropas que tenía y la posibilidad de participar en un dorama como actriz principal. A esa información Inoo sonrió con especial felicidad y sus ojos se iluminaron de una manera extraña. Sin venir a cuento le beso fuertemente en los labios, olviándose que estaba en un lugar público y que sus disfraces estaba desordenados. Todo el mundo podía conocerlos.


- ¡Kei!- gimió horrorizada tapándose los labios- ¿Pero que haces?¿Y si nos ven?- jadeó asustada mirando a todos los lados.
  • ¿No lo ves?- dijo el emocionado. Yua no captó lo que decía.- Si haces un dorama como actriz principal... ¡No tendremos que escondernos tanto!

Las palabras de Inoo eran reales, parecía que el tunel donde estaba, comenzaba a ver una luz de esperanzas. Sonrió y se obligó a apartar los horrendos pensamientos fatalistas. Era cierto lo que el estaba diciendo, si ella se hacía famosa y terminada con el agrado de las fan... ¿por qué no le permitirían tener una relación?
Con ese feliz pensamiento terminó el mes, y llegó el día del contrato...

Las piernas le temblaban, tenía un frío en el estómago y sentía que el esfuerzo que había hecho Aiko en vestirla, era insignificante. En aquel enorme edificio, lleno de estrellas y Idols, se sentía totalmente insignificante. Sabía que era buena modelo, pero aún desconocía si era buena actriz. El representante ignorando los nervios de ella, le obligó a entrar en el despacho donde se encontraba el director del dorama, y donde también se encontraba el resto de sus compañeros para el rodaje...
La sala era tan grande, que el discreto sofá blanco que estaba en el medio y el sillón canela parecían simples granos de arroz en un plato vacío. Junto a su representante se acercaron al sofá blanco, donde sentado se encontraba Kato Morakani, el director y sentado a su lado Inoo Kei, su novio...

Una vez más, al lado de Kei su mundo había dado una vuelta de 180 grados. No podía entender lo que había pasado, pero aún menos podía asumir que estaría trabajando con el en un dorama, a la vista del público y de las fan. ¿Cómo podría fingir que no mantiene nada con él?¿Y más en un dorama romántico? No lo sabía, pero tampoco podía rechazar la oportunidad. Por lo que lo único que debía hacer era: actuar.

El primer mes de rodaje fue intenso, tanto que a pesar de que quería pasar tiempo con Inoo y hablar de temas amorosos suyos, no podía, su mundo tan sólo giraba alrededor de las cientos de escenas que tenía que hacer, de los cientos de diálogos que tenía que decir y las miles de expresiones que tenía que poner, por lo que, todas sus intenciones de hablar de lo suyo se quedaban en un segundo plano, y con ello sus temores.
Los primeros capítulos fueron emitidos en el siguiente mes, era la peor parte; ahora tan sólo tenían que esperar los resultados. Kato, era consciente que con Inoo la emisión aumentaría y más con los invitados especiales como Nishikido Ryo o Yamada Ryosuke. Y no se equivoco, pero lo único que no iba bien era ella. Shinkawa Yua; era una buena actriz, estaba comprobado, pero aún así, el público no la aceptaba, incluso en la página oficial del dorama, comenzaron a haber críticas de la relación que tenían dentro de la serie, e incluso comenzaron a deducir la relación que tenía... la pesadilla de Yua había vuelto.

El buzón de la agencia estaba lleno de cartas negativas, el teléfono no paraba de sonar y la energía de Yua se iba apagando lentamente. No podía dejar de trabajar, aunque hubiera gente dispuesta a tirarle algo a la cara, tampoco podía evitar querer ver a Inoo, cuando su rostro estaba por todas partes. Aunque quisiera abandonar y la agencia estaba dispuesta a ayudarla, el director se negaba a ello, decía que ella era la estrella y que no podía haber otra actriz que cumpliera el papel...

. Tienes que ser fuerte...-le animo Inoo mientras le acariciaba la espalda desnuda.- por lo menos, ahora el rodaje no es en Tokio...y podemos estar juntos.- intentaba consolarla.

Los primeros cinco capítulos ya estaba grabados, y los últimos cinco serían grabados en Osaka, donde debía vivir durante un tiempo, y que el director se había encargado de ofrecerles un hotel rural solo para ellos. El desconocía su relación, pero había pedido que intentaran llevarse mejor, aun siendo novios. Yua había perdido intensidad en las escenas de amor, incluso en las escenas tristes y eso hacía que el sentimiento no llegara a los ojos exigentes.. y eso era algo que ella sabía, lo había hecho apropósito.

  • Si dejo de estar enamorada de él, las fan no se sentirán atacadas...¿no?- pensó mientras se daba la vuelta y acariciaba el rostro de Inoo.- Te amo...-susurró y se perdió entre sus labios.

Aquella mañana sería el último capítulo de la temporada. Era la última escena y su trabajo había acabado, y con ello algo demasiado importante para ella. Abandonó la habitación antes de que Inoo se levantará y marcho hacia el rodaje. Llevaba en las manos el guión y practico en voz altas las últimas palabras que diría, y como si fuera una gracia del destino, esas palabras eran las mismas que ella iba a decir...

  • Adiós...-pensó pero no logró decirla en voz alta.

Las cuerdas vocales le ardieron a pesar de que no habló ni emitió algún sonido, el corazón le dolió y una sensación amarga le invadió la boca. Aún no había dicho la palabra real, tan sólo la del guión y aún así dolía...


El escenario ya estaba montado en la playa; a la orilla de la playa había una casa abandonada que se tomaron la molestia en adaptar para el dorama, eligieron un día que el mar estaba enfurecido y el viento golpeaba con fuerte todo lo que rozara. Todo estaba listo, y los actores tan sólo tenían que entrar en escena...
Inoo vestía con unos vaqueros rotos, el cabello revuelto y la cara llena de tierra, se suponía que había estado luchando contra algunos delincuentes por ella. A su vez Yua, vestía con un vestido de color canela; manga larga y por encima de las rodillas, estaba descalza y con su largo cabello suelto danzando con el viento...

  • ¡Ai!- gritó Inoo el nombre del personaje que interpretaba Yua, aunque ella supo que decía su nombre. En todo el día no habían hablado, y ella había ignorado todos sus mensajes.- ¿Qué pretendes hacer?
  • Sólo una cosa...-contesto ella con una triste y real sonrisa.

Se acercó poco a poco a él, estiró su mano y le acarició la mejilla, un gesto que tantas veces había hecho y que siempre tenía un significado diferente, la mayoría de esas de amor y de afecto, pero esa vez, el roce fue frío, triste, doloroso...tanto que Inoo se estremeció y frunció el ceño preocupado.

  • Adiós Hiro...-susurró mientras se ponía de puntillas y besaba sus labios.

Ante tal gesto los espectadores que miraban la escena gimieron preocupados, pero no dejaron de grabar y sentir la tensión del momento. El director festejaba en su interior, sabía que Yua era una buena actriz... y ahí lo demostraba, había vuelto la actriz que vio en su momento.

  • Yu...Ai..-se trabo la lengua cuando pronunció el nombre de ella, se calmó y continuó- ¿Por qué adiós?
  • Porque...no hay un mañana...-contestó con una sonrisa triste.
  • ¡Pero...!- antes de que pudiera seguir le silencio con su dedo indice en sus labios.
  • Quiero que brilles...-habló con voz dulce y tierna- ...que esa luz que yo siempre he visto la vean los demás....-el rostro de Inoo dibujaba un claro disgusto, que ella ignoró y continuó hablando- pero, si estoy a tu lado... no lo harás, así que....Adiós.

A pesar de que se había jurado no llorar, no pudo evitarlo, sus ojos se llenaron rápidamente de lágrimas que comenzaron a caer por sus mejillas sin parar. Ninguno escuchó el ¡CORTEN! Que había gritado el director, por lo que se quedaron mirandose...

  • Adiós, Kei...-repitió y sin perder el tiempo se alejo a duras penas de donde estaba él.
Aquella noche la luna no salió, no paró de hacer viento y una repentina lluvia azotó Osaka, pero eso no impidió que Yua tomara su equipaje y saliera corriendo del hotel, abandonado a todos y decidida a volver a su casa y comenzar un capitulo nuevo de su vida, sin aquella pequeña estrella que brillaba con un brillo único... sin su amado Kei.

Adiós, dijo una vez más, sintiendo aquel amargo sabor a limón en sus boca y un profundo dolor en el pecho...después de todo, aquello que le dijeron era verdad.
Decir adiós...era lo peor.

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