Unas vacaciones sin retorno - 2ª parte

La noche de la cena,me temblaban las piernas. Estaba algo inquieta. ¿Porqué? Me siento algo extraña,tengo ganas de saltar,gritar,reír... El primer amor,ese que dicen que nunca se olvida,está aquí. De nuevo vuelve a venir a mi casa. Suena el timbre,estoy mas nerviosa que antes...



  • Buenas noches... -Abro la puerta y saludo a los padres de Ian. Él no dice nada,pero viene con alguien mas. ¿Una chica? Mis ilusiones se desmoronan por completo.- Pasad,por favor. Mis padres están en el salón. -Saludo a Ian y a su acompañante que lo tiene bien agarrado por la cintura. Quiero salir corriendo.
  • Buenas noches,Mia. Te presento a Kristen,mi prometida. -Sonríe.
  • Encantada,Kristen. Si me disculpais... -Subo escaleras arriba con el corazón acelerado.Menos mal que no me he maquillado mas de la cuenta,¡joder! No debí ponerme vestido. Esos ojos me han vuelto loca. 

Escucho las risas desde abajo y como mi madre me llama. No puedo bajar,no después de la vergüenza que acabo de pasar conmigo misma. Necesito huir,puedo bajar por la enredadera e irme sin que se den cuenta. No quiero verle la cara o me moriré. Sí,me voy. Me pongo los vaqueros,las converse y mi cuaderno y mi ipod. Me iré al Parque del Mar... Allí podré escribir y estar tranquila. Me dispongo a salir por la ventana cuando mi madre entra... ¡Mierda! 

  • ¿Mia? ¿Vas a alguna parte? Pam y Eric están abajo. Y la novia de Ian y él tienen ganas de hablar contigo. -Dice mi madre cruzándose de brazos.- Tienes dieciocho años,empieza a comportarte como una señorita. 
  • Mamá,no me apetece bajar. No quiero estar con gente,¿entiendes? Vivo bien yo sola. No necesito molestias. Pasadlo bien. 
  • Al menos despídete y sal por la puerta. No eres una fugitiva y un día de estos vas a abrirte la cabeza por ser tan bruta. 
  • Mamá he bajado por aquí toda mi vida. No me voy a matar... -Murmuro enfadada. No quiero bajar,me niego. No quiero verle la cara a la parejita feliz. Duele. - Además no quiero despedirme de nadie. Bajaré y saldré por la puerta,pero olvídate de que vaya a despedirme. Prefiero ser una maleducada que soportar el típico "venga quédate". 
  • Venga,Mia. No seas así... -Dice cansada. Hasta que ve mi mirada y se rinde.-Está bien,diré que te ha surgido algo. 
  • Gracias. Adiós,mamá. -Salgo por la puerta corriendo escuchando a Ian llamarme,pero ya es tarde. Estoy lejos y no pienso volver...

Hace frío. Estoy en el parque,la fuente está encendida y las luces iluminan todo el paseo. No me he traído chaqueta,pero no pensaba que en pleno verano haría tanto frío de noche. Será que estoy destemplada. Veo un montón de nubes en el cielo,parece que va a llover... La música suena en mis oídos y de pronto un trueno suena a lo lejos,pero comienzan a caer pequeñas gotas sobre mi cabeza. No quiero volver,pero tampoco puedo empaparme... Llevo casi dos horas deambulando por el parque,estoy empapada. Creo que es hora de volver a casa,seguro que ya se habrán ido. 

Me dirijo a mi casa y veo que las luces están encendidas. La lluvia sigue cayendo y ya no puedo estar mas calada. Me quedo sentada en el porche del chalet,escucho risas,no voy a entrar. Prefiero helarme a tener que ver sus caras otra vez. Y mi madre ha sido lista y ha cerrado la ventana de mi habitación. Me pongo el ipod al que le queda muy poca batería,me apoyo en la escalera mientras las chispas de agua que caen dentro de porche rozan mi cara. Al cabo de una rato estoy tan adormilada que noto que alguien me levanta en volandas,pero no abro los ojos. La música sigue sonando en mis oídos,pero unos brazos cálidos y fuertes me dejan sobre la cama. No puedo abrir los ojos,tengo un sueño hermoso,siento que es Ian el que me ha llevado a la cama. Tengo frío,siento que alguien me está quitando la ropa. Será mi madre. Aunque parecen las manos de un hombre,¿papá? Estoy tan agotada y me siento tan frustrada que no quiero saberlo. Noto que me quedo en bragas y sujetador y me tapan con una enorme manta...

Comentarios

Entradas populares de este blog

Come Back!

Buscando al hombre perfecto. Cap.1

La enfermedad del "amor": Capítulo 2