Príncesa: Capitulo 5 (Final)
Capítulo 5:
Había paseado miles de veces
por esa plaza, saludando a rostros conocidos y hablando con turistas
pesados. Más de una vez se había detenido a beber un café en la
cafetería de la esquina y cada día, solía pararse para escuchar la
música en directo de los músicos al aire libre. Ese mismo
recorrido, lo llevaba haciendo desde que tenía memoria, pero esa vez
era tan diferente que le producía un cierto picor en los ojos y la
querían hacer llorar. Se mordía el labio y controlaba la sensación
de añoranza y en cierto modo la desazón. No era la primera vez que
volvía a Venecia, y sabía que no sería la última pero ese día,
aquello era tan diferente que parecía más una pesadilla que un
sueño...
La Basilica de San Marcos
estaba decorada con grandes lazos color vino, un olor a rosas y una
enorme alfombra roja que cubría el camino al altar. Las paredes y
las lámparas estaban vestidos con horteras lazos y flores, dándole
a la iglesia un color más festivo, aunque los invitados se mantenían
en silencio, cada uno en su asientos y manteniendo distancia de los
demás invitados. Esa boda para muchos era incómoda, para otros era
simplemente una tradición que debían respetar y quizás, para
pocos, ese día era muy especial. Tan especial que no podían deja de
llorar.
Las puertas se abrieron y la
novia entró. Lucía un hermoso vestido blanco, ajustado en los
pechos y cayendo al suelo, haciendo que la cola formara un círculo
perfecto a su alrededor. Gianella llevaba un discreto maquillaje, las
mejilla con polvos de color, una suave línea en los ojos y los
labios pintados de un vivo color rojo. El cabello lo llevaba atado en
un trabajado moño con adornos florales y dejando pequeños mechones
fuera. Al igual que la tela blanca, un velo trasparente le cubría la
cara, pero no lo suficiente para que la gente pudiera ver su
expresión, entre desconcierto y felicidad. Alguien le sujetó del
brazo cuando atravesó la puerta y se quedó estática en el mismo
lugar.
- ¿Todo bien?- preguntó en susurros su padre.- Puedes echarte para atrás, y lo sabes.- intento tranquilizarla, ella tan solo caminaba a su lado con el corazón latiéndole acelerado en el pecho.
- Todo está bien, papá.- le contestó apretando fuerte su brazo.- Nervios de novia.- se excusó con una tímida sonrisa.
Él sonrió y le acompañó al
altar. Ahí con un traje militar le esperaba Cosimo, tenía la misma
expresión escrita en su rostro cuando le sujetó de las manos y la
colocó delante de el. Durante unos segundos se estuvieron mirando en
silencio, recordando su conversación de días atrás.
Cosimo esta en la cocina de
nuestro pequeño apartamento. A pesar de que sus padres están en
desacuerdo, hemos decidido vivir unos días juntos al margen de la
prensa. Todo el mundo sabe que nos vamos a casar, pero necesitamos
algo de tiempo para nosotros. Desde que llegué a Milán no hemos
hecho nada más que ir a fiestas y galas, además de clases de
protocolo y cientos de lecciones para prepararme. Así prácticamente
habíamos estado un año, por eso, aún en contra de todos estábamos
ahí. Le veo salir con dos tazas de café humeante, sonrío
enamorada. Le amo, tanto que haber sufrido todo eso me es
indiferente. Tan sólo quiero estar con él.
- Podríamos huir y casarnos en Las Vegas. - dijo mientras contemplaba como miraba los vestidos de novia con aire distraído.- Realmente, no es necesario hacer toda esa ceremonia ¿Sabes?.- murmura.- He oído que otros príncipes se han casado y no han tenido que hacer nada.
Esa idea me llama la
atención. Fugarnos juntos y comenzar nuestra vida matrimonial sólo
nosotros dos. Sonrió y niego con la cabeza. Ya mi suegra me odia,
así que no pretendo darle más motivos para hacerlo. Así que con un
suave beso le pido que me ayude a seguir eligiendo modelos.
Sus ojos se encuentran y buscan
en los invitados algún motivo para quedarse ahí. A lo lejos, ven
como una de las puertas pequeñas se abren y sin pensarlo dos veces
sujetos de la mano y con una enorme sonrisa salen corriendo.
Es verdad que son príncipe y
princesa, pero ante todo son enamorados y una pareja joven que aún
tienen mucho que descubrir. El protocolo y las normas podían
esperar, su amor y emoción no.
No sé si entendí bien porqué le parecía más una pesadilla que un sueño el ver todo cambiado.
ResponderEliminarAun así, me gustó el final.
Hermosa historia.
Bye!
Supongo que porque ella se sentía diferente y claro, era una extraña sensación.
Eliminar¡Me alegro que te haya gustado! ;D