Unas vacaciones sin retorno - 4ª parte
Esta guapo,realmente guapo. El pelo negro le cae por la cara y sus ojos brillantes me miran fijamente. Necesito salir corriendo. No verle,pero ahí está. Delante de mi puerta con una sonrisa algo cansada. Como si no hubiese podido dormir en toda la noche.
- Buenos días,Mia... -Su mirada me transmite algo,¿pero el qué?- ¿Has podido dormir bien?
- Buenos días,Ian.-Intento parecer fría.-He dormido perfectamente,gracias. ¿Puedes apartarte?
- ¿Eh? ¿Dónde vas? -Me está mirando como si fuese un perrito apaleado. Tengo ganas de abrazarle,pero no puedo.
- Voy a correr. Adiós,Ian... -Me alejo. Me giro,sigue mirándome. Este adiós ha sido como una especie de despedida. Una despedida a mis sentimientos por él,aunque él no lo sepa.
Comienzo a correr. En mi cabeza todas las imágenes de cuando era pequeña y él jugaba conmigo aparecen. Me siento extraña,es como recuperar algo y que te lo quiten de pronto. Siento que debo despojarme de esos sentimientos,olvidarme de todo,pero algo me dice que no lo haga. Son una parte mas de mi,de quien soy. El problema es que esos sentimientos si me los guardo,me van a hacer daño. Ya me lo hacen. Llevo mas de una corriendo y siento que las piernas me flaquean,pero aun tengo esa energía en el cuerpo. No quiero parar. Siento que al correr mis pensamientos se alejan y puedo concentrarme en las agujetas y en los kilómetros que he recorrido. Levaba un mes sin salir a correr. Mi cuerpo está resentido. He decidido parar y volver a casa caminando. Tengo las piernas como gelatina y siento que van a dejar de responderme en cualquier momento. Vuelvo a casa caminando,Ian está ahí. En el porche de su casa,me está llamando,pero sin girarme me meto en casa y decido ignorarle. No puedo mirarle,no hasta que estos sentimientos y mi cabeza comprendan que tengo que olvidarle para poder mirarle a los ojos sin ponerme a llorar. Me tiro en mi casa,me siento desfallecer. Su voz retumba en mi cabeza... Siento como si aun me estuviese llamando.
DOS SEMANAS DESPUÉS
Llevo dos semanas sin apenas salir de casa y evitando encontrarme con Ian. Solo lo vi una vez desde mi ventana,pero no le devolví el saludo. Me sentía mal y sigo sintiéndome así. Él y sus padres han venido varias veces a cenar a casa,pero yo no he bajado. Mi madre ha tenido que poner la excusa de que no estaba. Ella no deja de preguntarme si me pasa algo con él,pero no me ha hecho falta decírselo. Ella siempre ha sabido lo que me pasa con Ian. Es mi madre,no es tonta. No me ha hecho falta decirle que no quería bajar. Esta noche han vuelto. Los estoy escuchando abajo,reírse. Parece que están todos un poco achispados,siento que alguien sube las escaleras y toca a la puerta.
- Mamá,ya te he dicho que no tengo hambre. -Lo digo flojo porque Ian y sus padres no saben que estoy aquí. Abro la puerta y me quedo tan blanca como la leche. -¿Qué haces aquí?
- ¿Piensas evitarnos a mi familia y a mi todo el tiempo? -¡Uy! Parece enfadado.
- Yo no estoy evitando a nadie. Simplemente,no quiero ver a nadie. Punto. -He sonado demasiado seca,pero me da igual. No necesito que venga en plan papá enfadado porque su hija no tiene modales.
- ¿Tanto asco me tienes? -Se me queda mirando con una mirada extraña,¿dolor? ¿Está dolido por algo?
- ¿Asco? ¿Porqué iba a tenerte asco? -Estoy sorprendida por ese comentario,¿porqué cree que le tengo asco? ¿Porqué le evito?
- Me evitas. ¿Crees que soy tonto? Solo tengo dos razones para pensar que no quieras acercarte a mi. O me tienes asco o te estoy haciendo daño sin saberlo.-¡Oh,mierda! ¡Lo sabe! Tengo ganas de gritar y él no deja de mirarme con esos ojos que me miran dolidos.- ¿Y bien? ¿Cual de las dos cosas es? Y no digas que no es por mi,porque te he visto hablar con un montón de gente estas dos semanas,menos conmigo...
- No digas tonterías...-Dios,ha sido la primera vez que mi voz me ha sonado tan falsa incluso a mi...
- No digo tonterías. Dime que te pasa. -Se me está acercando peligrosamente. Creo que voy a llorar...-Necesito saber que te pasa. Si me tienes asco dímelo y me voy.
- Mierda...-Lo digo muy flojo mientras noto como las lágrimas recorren mis mejillas. Ya no puedo mas. Noto que él se acerca y me abraza y lloro aun mas.
- ¡Ey! Tranquila,perdón... No quería ponerme así... Lo siento...-Me abraza,sus manos y brazos son fuertes y me presionan contra su pecho.
- Vete,por favor... No quiero que estés aquí. Me duele... -¿Ha salido eso de mi boca?¿En serio?
- ¿Eh? ¿Te duele? Oh,no... No quiero que te duela nada... Lo siento,lo siento.-No me suelta,estoy aprisionada,puedo oler su perfume. Es dulce,estoy perdida en sus brazos. Siento que el mundo se me desmorona.¿Porqué tiene que ser tan dulce conmigo?
- Déjame sola. Necesito olvidarme de ti. -Las palabras salen de mi boca como un rayo que cae justo en su pecho. Me separa de él,lo justo. Lo justo para mirarme atónito,pero a al vez...¿Tierno?
Me ha besado. No sé si gritar de alegría o pegarme cabezazos por lo que acaba de pasar. Está sentado a mi lado. No dice nada,tiene sujeta mi mano,pero no habla. Me estoy empezando a impacientar. Necesito que hable y me diga que es lo que acaba de pasar. ¿Me habré dado un golpe en la cabeza y estaré alucinando? No,no puede ser una alucinación. Siento su mano ardiendo que agarra fuerte la mía...
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